Y tu, ¿Eres sindicalista?

En la actualidad, el derecho a protestar, a manifestarse se ha devaluado enormemente al grado de satanizar a cualquier persona que reclame algo o exija el respeto de sus derechos.  Y no es una conducta del gobierno y sociedad nueva, pues cuando se trastocan intereses siempre se recurre a esta vieja práctica que siempre funciona. Así se ha acusado de herejes, brujos, o comunistas a las personas segun los tiempos, para volcar contra ellas el odio y la crítica de la sociedad y evadir así a la justicia.

Vivimos actualmente nada menos que el asomo de la cosecha de los enemigos de los pobres,de  los que se esconden bajo un traje y se montan a una curul; después de tantos intentos fallidos por aniquilar a la clase trabajadora. Por supuesto que les ha llevado mucho tiempo, pues primero requirió envilecer y corromper a las propias instituciones en contubernio con los líderes sindicales a quienes les han pagado enormes riquezas y los han colmado de poder a cambio de ir debilitando poco a poco la presencia de los sindicatos. Si, aquellos mismos que el general Lázaro Cárdenas tanto privilegió durante su administración. Eran tiempos en que la visión de trabajador y sindicato era la correcta, tanto por verlo así por el gobierno,como por actuar ellos así.

En fin, el tiempo manipulado por el gobierno y los ricos nos ha amaestrado a entender que un sindicato es sinónimo de corrupción, de abandono de sus agremiados, de amasamiento de fortuna y poder, de trabajo de mala calidad, de tantas cosas… Y en efecto, así es en muchos casos. Pero vale la pena contestarnos ¿Es culpa de los trabajadores, aquellos que no hacen más que vivir de su fuerza de trabajo, de poder si acaso disfrutar de unas pocas horas para su familia y regresar fielmente a su trabajo y devorarse calendarios enteros hasta cambiarle el tono a su cabello y ver encorvado su cuerpo? ¿Por qué querer cobrarle la factura a quien tal vez en tantos años de trabajo nunca conoció a su líder sindical? ¿Qué  hemos hecho los trabajadores tan malo para que se nos linche de esa manera y se nos acuse de ser sindicalista, como si con sólo murmurarlo estuviésemos invocando al dios de la flojera?

Especialmente los maestros encuentran el día de hoy un lugar incendiado en lo que antes era seguridad laboral, un atado de pirul dispuesto para la hoguera para quienes intenten mascullar que se les debe algo. No somos responsables de la corrupción de Elba Esther Gordillo, porque aunque fuéramos parte de ese sindicato, seríamos aún más víctimas de lo que somos. No se quiera llamarnos gordillistas para debilitar cualquier intento de lucha con dignidad. Los maestros no sólo somos trabajadores, también somos personas que dejan en sus hogares hijos esperando su regreso, también somos padres que solemos buscar un segundo empleo para poder mantener nuestra casa. También montamos en cólera al sentirnos timados por quienes nos han robado, incluyendo al gobierno porque para toda corrupción se necesitan las dos partes.

Somos sindicalistas si, pero de los que tienen muy claro que su funcion es para no permitir abusos, de los que entendemos que un sindicato es para buscar mejores condiciones de vida.  Sin embargo te pregunto, ¿qué pensarás de mi la próxima vez que me veas por la calle con el puño levantado? ¿pensarás que no tengo otra cosa que hacer que venir a asolearme y pasar hambre mientras espero largas horas para que me atiendan? Si es asi, déjame decirte algo, con más ganas debo salir a pelear, porque ahora tengo que luchar por mi y por ti, debo mostrarte el valor de la dignidad y lo fuerte que puede ser un trabajador cuando lucha por una causa justa, lucharé para resolver mi problema y de una vez dejaré muy claro que no te lo hagan a ti cuando te toque y tu no te atrevas a luchar.