La actual Ley Federal del Trabajo que consagra las relaciones entre los trabajadores y los patrones, que establece puntualmente pagos de vacaciones, aguinaldo, jornadas de trabajo y todo lo mínimo necesario para que los trabajadores puedan desempeñarse en un ambiente adecuado de trabajo solo pudo haber provenido de una revolución, es la expresión del coraje reprimido, la injusticia acumulada, las vejaciones, y todas las violaciones que no eran sino una forma de esclavitud y abuso.
La ley federal del trabajo no es ni por poco una manifestación del gobierno federal de conmiseración o una intención por terminar con esos años de injusticia y caos, que deba, -como lo reconoce la historia- que agradecerlo eternamente.
La ley Federal del Trabajo no solo privilegia las relaciones de trabajo, sino que establece procesos de revisión de las condiciones laborales a fin de enriquecerlas y mejorarlas en beneficio de la clase trabajadora. Para ello, la ley determina que los trabajadores tienen derecho a revisar las condiciones de trabajo ya pactadas cada dos años y los salarios cada año.
Toca a nuestro sindicato de maestros del Conalep Nayarit; el SITRAyD, revisar sus salarios en este periodo, en donde nuestros compañeros deberían ansiosos, al igual que los de cualquier otra organización, participar en este proceso con mucha esperanza y seguridad de mejorar sus condiciones laborales, sin embargo desde hace mucho, como si fuera una mina que ya ha dado todo y solo se puede extraer las rebabas y residuos que otros dejaron, la Ley Federal del Trabajo apenas si representa el respaldo legal para poder pepenar lo poco que queda de ‘la triste situación económica’ de las empresas, mientras que vemos el derroche del dinero, grandes sueldos de gente que realiza muy poco o nada. Por ejemplo, hablando específicamente del Conalep Nayarit: hemos escuchado hasta el cansancio que las condiciones económicas son severas, que los funcionarios han anunciado una disminución de sus ingresos, en fin, que nos espera una catástrofe y como trabajadores debemos ser solidarios con la situación. Sin embargo, la estructura administrativa considerada por oficinas nacionales Conalep para nuestra institución, dista mucho de ser lo que realmente encontramos en la administración.
Es inaceptable que se tengan que negociar porcentajes ridículos de incremento salarial en donde la huelga depende de una centésima de punto porcentual, cuando los índices de inflación anual rebasan en mucho los topes salariales. Porque además hay que entender que las crisis económicas son propiciadas por la misma ineficacia y corrupción de los gobiernos, luego entonces es inadmisible que quieran adjudicar sus costos a la clase trabajadora.
Nuestra organización es como pocas, un sindicato comprometido con su responsabilidad y compromiso históricos con la educación Nayarita, se ha destacado siempre por ocupar los mejores lugares a nivel nacional en materia de calidad educativa. Actualmente nuestra institución destaca por tener un alto índice de actualización docente dentro del ‘PROFORDEMS’ (Programa de Formación docente del nivel medio superior) lo que sin duda da muestra del alto desempeño de nuestros agremiados.
Otra virtud de nuestra base sindical es que en esa misma intensidad de su alta capacidad docente, también tiene muy fresca la lucha sindical que recién vivimos en la búsqueda por el reconocimiento del maestro Conalep, lucha que gracias a la unidad que nos identifica, se vio compensada con el logro de la estabilidad laboral y otras prestaciones sociales.
Sin duda alguna que en esta ocasión, como en el pasado reciente, nuestra base está preparada para la lucha, una lucha que sabe a gloria sin aún iniciarla, porque es producto de un auténtico sindicalismo, sin compromisos políticos, sin más nada que nuestro coraje por tener lo que nos corresponde! Una lucha en donde nuestro ingrediente principal es estar unidos.