CARTA A urias NO 1.

Señora urías.

            Espero pueda encontrarse en una posición cómoda al momento de la lectura a este mensaje para usted, espero pueda estar en su oficina por las tardes, encerrada como acostumbra estar para que los maestros no tengamos la terrible necesidad de encontrarla en los pasillos. Espero sencillamente disponga usted del tiempo suficiente para tomarle sabor a estas breves palabras que tan humildemente han sido escritas para ser leídas en su monitor. Creo que al fin y al cabo es menos molesto para usted tener que ser escuchadas personalmente pues no tendrá usted necesidad de ordenar a su secretaria – familiar para que rocíe el acostumbrado spray desinfectante cuando algún maestro se aparece por su elegante oficina. Y de paso le ahorramos a su secretaria – familiar que se tome la molestia de leer los oficios si es que fuese nuestra intención enviarle estas mismas palabras a través de una misiva.
Bueno, aclarado el punto del por qué hacerlo por esta vía, le comento lo siguiente.
Es muy lamentable que su llegada a la institución haya provocado la división y el encono entre administrativos, docentes y alumnos, sin embargo debo reconocer que no solo ha dividido, también ha unido. Ha usted formado dos equipos muy fuertes, uno es usted y los administrativos y el otro los maestros y alumnos. Sin embargo a manera de consejo le diría que tome usted cuidado pues no cuenta con todos los administrativos y eso usted lo sabe muy bien, hay administrativos que la odian, la repudian, no la toleran ni siquiera verla de lejos, cuestión que no me incumbe pues solo usted sabe lo que les ha hecho. Sin embargo puedo decirle que  uno es lo que refleja, eso usted debe también saberlo muy bien en su larga e interesante profesión, que a propósito SE RUMORA QUE USTED NO TIENE UNA CARRERA, cuestión que yo no creo pues su apariencia, forma de expresarse, actuar y personalidad hablan de una mujer bastante preparada.
En fin, comentada sobre la situación de la institución, y si alguna vez dudé en si existía tal división en conalep, el día de la reunión de padres de familia pude comprobarlo, fue una verdadera pena que usted no acudiera, hubiera escuchado lo aclamada que fue…
Hubo padres de familia que se quejaban de que su prefecta – familia (también), – claro, por órdenes suyas- habían atropellado la libertad de expresión quitándoles a tirones los gafetes de protesta por aquello de ‘a mi no me acosan mis maestros’, que por cierto apareció de inmediato en esta su página favorita un reclamo a esa acción y cuando usted fue advertida de que estaba cometiendo una violación a la ley, de inmediato cesaron las censuras, que por cierto aunque usted no agradeció el que la haya yo ilustrado, desde aquí le digo que no es nada, al contrario fue un placer contribuir a sus conocimientos.
Bueno, pues los padres no solo reclamaron eso, reclamaron mil cosas mas, por cierto también por ahí estuvo el fotógrafo al que usted pretendió sobornar para que robaran a sus hijos con algo así como $100 por alumno. Me atrevo a comentarlo porque el mismo fotógrafo dijo que se lo hacía ver delante de todos los padres cuantas veces fuera necesario, por cierto recuerdo haber visto al fotógrafo este lunes donde usted estaba insultándolo y el Lic Huerta tuvo que sacarlo a empujones de la escuela. Cosa que tampoco me incumbe pero que comento…
Bueno, pues hasta aquí he hablado solo de las cosas que no me incumben, pero entremos en materia sra urías, una cosa que si me incumbe es que usted comentó que nosotros los maestros le dijimos mentiras a los padres, y le pido de favor a usted con todos mis respetos QUE SE TRAGUE SUS PALABRAS POR DONDE PUEDA, porque lo que ahí se comentó fue simplemente la situación laboral por la que atraviesa el conalep, y las mentiras se atacan con verdades y si usted cree que nosotros somos mentirosos pues entonces pruebe que no se nos están violando nuestros derechos, pruebe que una mujer embarazada no tiene derecho a asistencia social, pruebe que un sindicato reconocido por la ley no debe ser reconocido por un SIMPLE, SIMPLISIMO director de conalep, pruebe usted que no nos ha quitado la sala de maestros si ni siquiera el letrero existe, pruebe usted que no ha despedido a dos maestros de manera injusta dando explicaciones válidas del motivo por el cual los privó de su trabajo. Y todo lo demás tendrá que probarlo al desmentir a los mismos alumnos pues sepa usted señora mía que sin ser psicólogos, lo padres entienden y escuchan a sus hijos, y han sido ellos mismos los que han puesto sobre aviso a sus padres.
Sin embargo aunque ganara su ‘gallo aunque sea pelón’ cual es su problema? A que le teme? No cree que sería magnífico que existiera la sociedad de padres de familia? Al cabo que nuestra directora es una gran administradora, cual sería el problema? Y aunque usted sea malagradecida, la voy a ilustrar nuevamente, debo decirle que una sociedad de padres de familia no se integra porque existan malos directores, ni ocupa su permiso, se integra por salud, porque el artículo 9° constitucional se los permite. Y si no me cree pues entonces preguntésmole al sr. Leopoldo García, presidente estatal de la sociedad de padres de familia. Y respecto a esto, pase lo que pase con su destino en conalep quiero preguntarle, ya se puso a pensar en lago? Dejará usted un conalep con sindicato de maestros, y Sociedad de padres de familia, y muy probablemente Sociedad de alumnos, no es de agradecerle? Claro, aunque eso para usted es VERGONSOZO, porque no solo no estaría cumpliendo su único fin en su paso por el plantel: destruir al SITRAD, sino que además existirían mas organizaciones internas.

Quiero invitarla a que se deje de cosas, de chismes, a que enfrente las cosas que usted misma ha provocado, cuando se de la reunión con los padres de familia a la que usted no podrá negarse, le aseguramos que ahí estaremos los maestros para escuchar y DESMENTIR CADA UNO DE SUS EMBUSTES. Nosotros no tenemos miedo a lo que usted pueda decir porque podemos repeler cada uno de sus mitotes.

Quiero finalmente despedirme de usted agradeciéndole que aunque haya estado muriendo de coraje, y tal vez hasta lució su color rojo intenso en su cara haya prestado su tiempo a esta carta. Espero haya podido también hacer participe a su secretaria- familiar para que aprenda que una secretaria no debe por ningún motivo leer la correspondencia ajena, es mala educación ( de nacos), y usted presume ser de buen linaje, así que si quiere demostrarlo no olvide esos pequeños detalles, también espero que su prefecta – familiar haya aprendido que aunque ser prefecta es un oficio que cualquiera puede desempeñar pues no se necesita haber estudiado nada, pero nada, se debe tener respeto a las personas por lo menos en sus garantías individuales. Ojalá que también haya invitado al maestro – familiar para que le pueda usted decir que las clases en conalep deben darse completas pues afectaría enormemente la calidad educativa de sus ‘hijos’. Cumplir con su responsabilidad lo sabe cualquier trabajador. Y de otros familiares no hablo pues no conozco a la fecha estupideces cometidas por lo menos a ojos vistos.

Gracias de nuevo y que tenga usted un excelente día.

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