Te dije que no fueras… y fuiste!! —bitacora de un volante

Eran las 13:15 horas cuando llegó a la puerta principal de conalep un vehículo y hasta él se acercaron dos de nuestros compañeros maestros del turno matutino para recibir de parte del conductor unos paquetes azules conteniendo mil copias en volantes.  A las 13:17 horas los maestros recorrían casi corriendo escaleras, pasillos, andenes, jardines, laboratorios, talleres y, en general no dejaron un solo rincón sin visitar, todo esto con la finalidad de entregar a nuestros estudiantes una invitación a los padres de familia a una reunión para el día siguiente por la tarde, de ahí la prisa por entregar a comidiera lugar el citatorio.

A las 13:35 horas los maestros sudando y visiblemente cansados habían recorrido casi 500 metros entre subidas, bajadas y regresos. Pero satisfechos por haber realizado su labor.

Aproximadamente a las 13:30 horas el prefecto mejor conocido como el güero por su inocultable color de piel ya habia pepenado a un estudiante para despojarle de su misiva, tal como lo hizo hace poco en un mensaje enviado también a los padres. Situación de la cual hemos aprendido la lección y, en defensa de los estudiantes para la proxima ocasión prometemos dejar cualquier documento en la puerta de su oficina ya sea del afamado güero o bien de su señoría urias.

Bien pues hemos de suponer que de inmediato se informó de lo que pasaba a la señora urias y que en ese momento se puso a trabajar a sesos forzados a todo administrativo para elaborar un documento informativo pretendiendo contrarrestar nuestro citatorio.

Pero por la manera en que está redactado suponemos también salió de la cabeza del mismísimo lic. Huerta, ya que él acostumbra poner en sus escritos ‘no omito…’ En fin, eso es lo de menos, solo lo escribo como una forma de explicar que conocemos a detalle a nuestro jefe de formación técnica.

Bien, pues alguna máquina en conalep debió quedar echando humo de caliente (esperemos no haya sido la que correspondió al lic Montero) porque a las 19:40 horas ya se encontraban en la puerta con una límpida playera rosita (jajajaja) nada menos que Jorge Navarrete y el afamado güero repartiendo los volantes a todo ser viviente que atravesara la puerta en medio de una pertinaz lluvia. Y a esa hora y bajo ese clima entró otro compañero para entregar el mismo material para los estudiantes del turno vespertino.

Pero esta vez nuestros administrativos estaban ya mas preparados y no les importó tener los ojos totoruscos de tanto estar frente a la copiadora o fue tal vez el infortunado Arturo que tuvo que salir en mameluco para no enfriarse en el inclemente ambiente después de tanta copia.

En fin, fue un día excepcional por lo menos sirvió para aflojar la polilla encumbrada por algún tiempo entre los cuerpos sedentarios de quien se la pasa todo el día frente a una computadora. Tan fue así que a las 19: 50 horas ya se encontraba el cuerpo administrativo en pleno en el escarapelado punto de reunión, daba gusto ver que sin ninguna discriminación estaban en una pose como de presentar armas todos, atentos a la entrega vespertina de volantes.

Quien mas chamba tuvo fue el lic Huerta, Jorge Navarrete y el famosísimo güero, esa fama le ha venido de los mismos alumnos, me imagino que por las relaciones de que goza con ellos. Bueno, pues el reloj seguía dando cumplimiento a su inexorable ley y ya daban las 20:15 cuando por fin se había entregado a casi todo el plantel, y eso que solo era un compañero contra todo un regimiento de huertistas (dicho con todo respeto). Si alguien ajeno al colegio se hubiera detenido a analizar esta inusual tarea hubiera dicho que era un batallón de homosexuales (por el colorcito) tras un pobre e indefenso maestro que apenas si podía con los bultos de las copias. Pero no, nosotros sabemos muy bien que esos arranques de traer distintos colores es por ser ‘institucionales’.

Pero lo importante fue que a las 20:25 una vez concluida la labor, en algo así como ‘un dos tres por todos mis compañeros’ sonó el timbre de salida que mas bien fue la señal maldita de que los ‘rosados’ (insisto, por el colorcito) habían terminado ya su labor y no quería que se siguiera entregando mas volantes del sindicato, pero lo que nunca imaginaron era que nuestro audaz sitradista ya había concluido desde hacia un rato y se dio tiempo hasta para echar un vistazo en una segunda ronda haber como LES HABIA QUEDADO EL OJO, así que hasta tuvo tiempo de echarse una platicada con el Secretario general de SITRAD quien  entregaba volantes en la puerta de la escuela a los alumnos que por alguna razón no hubieran tenido por haber estado fuera de sus aulas al momento de la entrega.

Y como nosotros no tuvimos necesidad de hurtar (de robar, no huertar) los volantes que ellos entregaron, bastó con agacharse al suelo a juntar uno de los tantos que los muchachos tiraron en su caminar a la salida, prometemos subir ambos contenidos a esta su página favorita.

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1 respuesta a Te dije que no fueras… y fuiste!! —bitacora de un volante

  1. LA POLILLITA dijo:

    EXCELENTE!!!!!!
    NADA MAS QUE EXCELENTE!!!!!!!, FELICITO A LOS MAESTROS DEL CONALEP Y ESPECIALMENTE AL SITRAD POR SU ORGANIZACION PARA ESTE MAGNO EVENTO, Y CALIFICO DE EXTRAORDINARIA LA PARTICIPACION DEL PERSONAL ADMINISTRATIVO ( CLARO EN CONTRA DE SU VOLUNTAD) POR FORTALECER NUESTRO MOVIMIENTO YA QUE POR ESE TIPO DE ACCIONES, HICIERON QUE LOS ALUMNOS SE PREGUNTARAN ¿POR QUE NO QUIEREN QUE VAYA MI PAPA?, ACASO TIENEN ALGO QUE OCULTAR?, POR QUE NO PERMITEN QUE SE EXPRESEN LOS MAESTROS Y DEN A CONOCER EL OTRO LADO DE LA MONEDA? O NADA MAS ESTA EL DE LA DIRE?
    ANIMO MAESTROS, VAMOS POR LA MAS GRANDE!!!!!!!

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